top of page

ZODIAC

zodiac poster.jpg

Que David Fincher es uno de los mejores directores de la actualidad creo que es algo en lo que la mayoría podríamos estar de acuerdo. Después de estrenarse penosamente con 'Alien 3', de la que siempre recomendaré su muy superior Director´s Cut, el cual se aproxima más a lo que Fincher quería hacer realmente, tenemos 'Seven', probablemente el thriller más influyente de los últimos 10 años.

 

 

Luego vino 'The Game', un perverso juego con el espectador en el que se podía, o no, entrar. 'El Club de la Lucha', a pesar de algunas incongruencias argumentales es un extraordinario y rompedor film que gana enteros a cada nuevo visionado. Y 'La Habitación del Pánico' es la demostración palpable de cómo hacer gran cine con una historia mínima.

Cinco años nos ha hecho esperar para presentarnos su nuevo trabajo, cinco largos años, y la espera ha merecido la pena, porque 'Zodiac' es el trabajo más redondo de su autor, una obra magna que alcanza la perfección, ofreciéndonos 160 minutos de puro cine para ser disfrutados una y otra vez.

 

El argumento de 'Zodiac' es la investigación que a lo largo de más de dos décadas se realizó del famoso caso del asesino del Zodiaco que perturbó a la ciudad de San Francisco a finales de los años 60 y principios de los 70. Dicha investigación, fue llevada a tres bandas y muy obsesivamente, por un policía, un periodista y un dibujante, los cuales vivieron muy de cerca todo el entramado de los brutales asesinatos que cometió dicho asesino. Sirva de apunte que dicho caso sirvió de inspiración a dos famosísimas películas; por un lado 'Bullitt', cuyo personaje central, encarnado por Steve McQueen, se inspiró en el inspector de policía David Toschi, algo a lo que se hace alusión en la película con un chiste inteligentemente metido en la trama. Y por otro, el mítico film de Don Siegel 'Harry el Sucio', cuyo villano, Scorpio, es una clara referencia al asesino. El film protagonizado, e incluso dirigido en alguna secuencia, por Clint Eastwood, tiene su merecido homenaje en la película de Fincher.

No nos encontramos, aunque su engañoso trailer televisivo haga pensar lo contrario, ante un thriller típico sobre la caza de un asesino en serie, ni siquiera es una vuelta a los orígenes en plan 'Seven'. De hecho, todos aquellos que estén acostumbrados a la forma de narrar de Fincher se llevarán una auténtica sorpresa (y ya entra dentro de cada uno si es para bien o para mal) pues se encontrará con una película totalmente sobria, de un clasicismo embriagador y que simplemente en dos secuencias podemos ver la mano del Fincher al que estábamos acostumbrados. Por un lado, el seguimiento aéreo de un taxi, y por otro la visualización de criptogramas mientras dos policías entran en la redacción de un periódico. Ahí se acaba todo, el resto es una gloriosa puesta en escena, con una planificación perfecta y con un uso del montaje envidiable.

 

Esta no es una película sobre un asesino en serie, sino la crónica de una obsesión. Una crónica que resulta, a su vez, obsesiva, patológica y enfermiza en su extenuante minuciosidad. La obsesión de Robert Graysmith, caricaturista del San Francisco Chronicle, por desentrañar el misterio que rodeó a la figura de un esquivo asesino en serie fue literariamente descrita por este, y este material parece haber inoculado un extraño virus en la figura de David Fincher. El cineasta se ha colocado un corsé muy estrecho, casi asfixiante, para estar a la altura de la mirada de Graysmith en la que, probablemente, sea su película más rigurosa. También es la más agotadora.

A Fincher no le interesan aquí ni los golpes de efecto, ni la truculencia, sino la labor de unos peones minúsculos abriéndose paso en una jungla de datos que quizás no esconda ningún tesoro en su centro: en el proceso hay bajas, y la progresiva transformación de un personaje secundario (Graysmith) en solitario caballero andante avanzando en el desierto de una épica ya imposible. El director de Seven ha hecho una película contenida y excesiva a la vez, abrumadora en su meticulosidad, ardua en su marcada apuesta por la claustrofobia de la emoción.

 

Su más clara referencia es Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976), pero el cineasta parece empeñado en llevar el modelo hasta la hipérbole. El resultado le acredita como virtuoso impostador de voces. Nada malo se puede decir de su película, pero este crítico notó, en más de un momento del dilatado metraje, que le faltaba el aire. Fincher se lo pone tan difícil al espectador como Zodiac se lo puso a sus perseguidores, pero su película sí alumbra una verdad: la de la autoexigencia de un creador superdotado.

 

450_1000.jpg
zodiac.jpg

Y es que la película atrapa y fascina desde su inicio, con un plano secuencia filmado desde el interior de un coche, y el posterior asesinato que se poduce en el interior del mismo minutos más tarde. A partir de ahí el film sigue un esquema narrativo que va desde los asesinatos hasta la obsesión habiendo pasado por la investigación.

 

El perfecto guión de James Vanderbilt, apoyado en el libro de Robert Graysmith (personaje que interpreta Gyllenhaal), está lleno de matices, datos y detalles que llevan a la reflexión mientras se ve la propia película. Evidentemente, estamos hablando de una película que requiere de la máxima atención por parte del espectador (aunque esto yo suelo decirlo con todas las películas, todas se merecen el respeto de atenderlas sin que nada nos distraiga), al cual se le van dando una serie de datos que en ningún momento llegan a cansar. Porque si hay algo por lo que habría que aplaudir a 'Zodiac' es por su increíble capacidad para entretener, por su capacidad de enganche con un ritmo absolutamente perfecto.

 

Punto en el que puede dar la sensación de que la película está perdiendo interés, algo totalmente equivocado, puesto que lo que consigue es transmitir al espectador las mismas sensaciones que su protagonistas tienen o sienten, algo que también se logra dejando abierta la película en su final, provocando así el mismo desconcierto que el caso provocó en la vida real.

 

Fincher lo hace de forma magistral, juntando ficción con realidad (curiosamente una de las constantes de su cine), o dicho de otra manera, ofreciéndonos a modo de ficción un relato totalmente verídico, otro de los grandes aciertos de la película. Y es que Fincher filma un film que podría considerarse hasta épico, sirviéndose de las fórmulas hollywoodienses, pero que al mismo tiempo va a contracorriente, con todo lo que eso supone, y nos ofrece una película totalmente en contra del sistema.

En un tiempo en el que estamos demasiados acostumbrados al consumo rápido, a las sensaciones instantáneas que se pierden a los cinco segundos, 'Zodiac' es un film arriesgadísimo, una película endiabladamente tranquila, reposada, inteligente, y que le da al espectador la oportunidad de sumergirse en ella a los largo de todo su metraje, haciéndonos partícipes de la investigación que sus personajes centrales realizan, e incluso invitándonos a intentar descubrir la identidad del asesino, y aunque en la película pueda quedar claro quién cometió los crímenes, ésta no deja de jugar todo el rato con la posibilidad de que Zodiac tal vez no los cometió todos, o sí.

 

Copyright: Herminia Rubio y Lidia Velázquez

Página sobre cine con finalidad académica.

LOGO BLOG.png
bottom of page